Sistema respiratorio en Aves
Son un
grupo de sauropsidos terrestres diferenciados del grupo de los “reptiles” por
la presencia de plumas, pico, carencia de dientes, presencia de homeotermia,
entre otras. Actualmente se conocen más de 9700 especies, muchas de ellas con
la capacidad de volar, situación que requiere de adaptaciones muy especiales,
entre estas la respiración.
El
sistema respiratorio de las aves presenta grandes diferencias respecto a los de
los reptiles y los mamíferos, sus pulmones y los elementos que lo acompañan
están maravillosamente diseñados para suplir las necesidades energéticas que
tiene el vuelo. La primera gran diferencia es que los bronquios al ramificarse
no terminan en sacos alveolares, como sucede en los mamíferos, sino que forma
parabronquios, lo cual mantiene continuo el flujo de aire, estos parabronquios
dan forma a los pulmones de las aves. Quizá la adaptación más notable sea la presencia
de sacos aéreos, los cuales son bolsas auxiliares para el abastecimiento de
oxígeno para el ave, consisten en nueve sacos ubicados en pares en el tórax,
abdomen e incluso conectados a través de pequeños tubos con los huesos largos (Figura
1). Cuando se produce la inhalación, apenas una pequeña porción de aire es
llevada a los pulmones, en su mayoría es almacenado en los sacos aéreos posteriores
donde se mantiene el aire fresco, después que el aire es desoxigenado es
enviado por los pulmones a los sacos aéreos anteriores desde donde es
expulsado, el aire en los pulmones es remplazado por el de los sacos aéreos posteriores. Este sistema tiene grandes ventajas, una de ellas es la regulación
térmica del organismo lo cual es necesario si se tiene en cuenta el gran calor
que se genera durante el vuelo. Muchos detalles de la respiración en las aves
aun no se ha comprendido en totalidad, pero algo sí es claro, es el sistema
respiratorio más efectivo de todos los vertebrados.
Referencias Bibliográficas
Hickman, C. P., Roberts, L. S., Keen, S. L., Larson,
A., I'Anson, H., & Eisenhour, D. J. (2008). Integrated principles of zoology. New York: McGraw-Hill.
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